Es muy probable que a la hora de solicitar una marca, te pidan indicar en la solicitud en qué tipo de marca solicitas la protección. Pero, ¿qué es una clase de marca? En este post te lo explicamos.
Las clases de marcas hacen alusión a una clasificación internacional de servicios y productos. Es probable que encuentres este servicio en diferentes manuales bajo el término “Nomenclátor” o “Clasificación de Niza”.
En esta clasificación hay un total de 34 clases para productos y 11 para servicios. Es un punto importante en el registro de una marca ya que, al realizar la solicitud, debes indicar qué tipo de producto y/o servicio quieres proteger dependiendo de lo que vayas a comercializar con ella.
Las tasas y el coste del registro dependerán del número de clases que solicites. A partir de la primera clase, el valor será mucho menor.
Por ejemplo, si tienes una marca con la que distribuyes productos como refrescos o bebidas, debes solicitar el registro en la clase 32 que es la que comprende agua, zumos, refrescos y cervezas.
En conclusión, es imprescindible que registres tu futura marca en todas aquellas clases o grupos que incluyan uno o varios de los servicios o productos que pretendas comercializar. Esta clasificación se realiza en la Oficina Española de Patentes y Marcas en el mismo momento en el que procedes al registro de marcas en Madrid.
¿Cuál es la estructura de esta clasificación?
La denominada Clasificación de Niza se compone de una lista de clases acompañada de notas explicativas y una lista alfabética tanto de servicios como de productos. Además, indica la clase a la que pertenece cada uno de los servicios y productos.
En el encabezamiento de cada clase describe brevemente y en términos generales la naturaleza de los servicios y productos que contiene cada una de las 34 clases. La lista alfabética, por su parte, es un listado de los productos y servicios ordenados alfabéticamente. Contiene en torno a 1.000 partidas relativas a servicios y unas 10.000 relativas a productos.
Esta lista de clases de marcas se revisa continuamente. Cada cinco años se publican nuevas ediciones, por lo que está en continua actualización.
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